Add parallel Print Page Options

Hay quienes dicen que las imágenes a las que adoran les dan mensajes.
    ¡Eso es absurdo!
Las visiones de las que hablan los adivinos
    son una mentira.
Los que interpretan los sueños dicen tonterías;
    el consuelo que dan es un engaño.
Por eso los habitantes de Judá son como ovejas que vagan lejos de su hogar
    y que sufren porque no tienen pastor.

«Estoy muy enojado con los pastores de mi pueblo
    y por eso los castigaré».
El SEÑOR Todopoderoso cuida su rebaño,
    el pueblo de Judá.
Lo cuida como si fuera
    su caballo de guerra más valioso.
De Judá saldrá la piedra principal,
    la estaca de la tienda,
    el arco de guerra y todos los soldados.

Read full chapter